Si junto a Windows se abren demasiados programas la velocidad de ejecución del sistema operativo se resiente considerablemente, por lo que conviene hacer uso de Quick StartUp, una herramienta que actúa directamente sobre las aplicaciones asociadas a la apertura de Windows.
Este programa no se limita a detectar dichos programas, sino que también te indica los que son prescindibles y que, por ende, pueden desvincularse del inicio del sistema operativo con tal de que no se abran automáticamente. A través de su interfaz Quick StartUp permite utilizar el buscador Google para dar con más datos sobre las aplicaciones, pudiendo desinstalar todas las que quieras con un clic.
Tras completar el proceso el tiempo que tarda Windows en ejecutarse se ve reducido muy notablemente.
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